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viernes, 22 de diciembre de 2006

FUN, FUN, FUN


Top 5 de los desastres navideños:

1. Comidas calóricas a 40º en la sombra (o "claro, a nadie se le ocurrió que en el emisferio norte están en pleno invierno, pero NOSOTROS NO!)". Turrón, pavo relleno... sopas!, Horror! Pero creo que lo peor de ese menú, no es sólo el menú en sí, sino el hecho de que todos sabemos que es ridículo, incluso comentamos lo ridículo que es que estemos comiendo eso, pero igual, por tradición (a estas alturas...), o por tontería (creo que esta es la verdadera razón), lo seguimos haciendo.

2. Compras de última hora (o "no me digas que no te quedan más barbies superprincesadeloslagos!"). Sí, un mes antes, o más, nos empiezan a tirar los avisos. Se viene la Navidad y no falta tanto. Pero nosotros que nos creemos personas ocupadísimas y "ya voy a ir luego, tengo tiempo de sobra", siempre la terminamos pifiando. Nos peleamos con todos los vendedores de todas las tiendas que nos encontramos por el camino, y a la hora de regalar somos el familiar más petardo. Pero bueno, es que no es lo mismo la barbie que la nancy. Y que se atrevan a decirme lo contrario.

3. Discusiones familiares (o "yo con este no ceno nunca más"). Reincidimos. Parece que de un año a otro pensamos que ese familiar desagradable con el que ya tuvimos una agarrada el año anterior, no va a hacer lo mismo este. Además, "no podemos quedar mal con tu tía, bla,bla..." y paf, vuelve a pasar lo mismo. Uno grita, pero el otro, que además se pasó con el cava, grita más. Entonces aparece el familiar "mediador", también conocido como el tío "hippie", que con el paso de los años tiene los huevos más llenos y cada vez le cuesta más apaciguar las cosas. Y sí, cuando hay Navidad, hay conflico. No se desanime señora, no es la única que lo sufre, pero para su salud, hágase la idea. Siempre va a ser así.

4. Las fiestas mentirosas (o "quien me habrá metido a mí aquí"). Con cada Navidad viene una fiesta. "LA" fiesta. Esa de la que todo el mundo habla, que va a ser la más concurrida, con mejor música y bebidas económicas. Bueno, no en todo es metiroso. Efectivamente es concurrida. De las 300 personas que entran el el local, hay 3.547. Bailar, imposible. A no ser que mover el brazito, que ya tienes extendido hacia arriba, porque no te entra entre la masa de gente, sea "bailar". El problema con lo de los tragos económicos, es que siempre están los que se entusisman y te terminan vomitando en los zapatos nuevos, que además son de estreno. Y para cuando te quieres ir porque no se puede ni respirar, tardas 2 horas y media hasta llegar a la puerta, te das cuenta que perdiste el bolso, y no te queda más remedio que volver a casa caminando, intentando no marearte cada vez que pisas el suelo con el vómito que aun te queda entre los pies.

5. El fin de las fiestas (o "se acabó!... por ahora"). Porque, digamos la verdad: es cierto, la Navidad es un bajón. Crean unas espectativas que jamás se cumplen. Y con el paso de los años, esto lo tenemos más claro aún. Pero sin embargo... quién no quiere que lleguen de nuevo, una vez arrancado noviembre? qué tendrán que nos crea el placer culposo de querer repetir, aun sabiendo jamás, JAMAS, van a ser como nos gustaría?

MORALEJA- Niños y niñas que lean esto, poned atención. Os voy a hacer un favor, contándoos algo: nunca espereis nada. No tengais espectativas, porque jamás sale nada bueno. Así se disfrutará un poquitito más la fecha.

Ah! Y papá Noel no existe.

Chin-chin